Llegó el otoño y nuestras pieles se cubren de telas y telas.
Los árboles dejan caer sus hojas al viento mientras los pájaros cantan la espiral de un sueño.
La luz se hace más blanca y el ritmo de las horas disminuye.
¿ Y qué dice el mar ?
¿ Lo escucháis ?
El mar nos escucha siempre.
Las olas empiezan a dibujar unas curvas nuevas y ágiles, llenas de sueños
Todos los sueños se guardan en un cofre secreto en el mar.
Y soñé que una ola me recogía en una seda roja y me llevaba allí donde el horizonte termina.
Al llegar entré en un coral que subía a una isla desierta, llena de palmeras, arena y muchísimas flores.
Miré y miré y todo era de colores.
Tantos colores había que mis ojos empezaron a modelar en la arena un barco.
Me subí y navegué sin tiempo, sin ruido, sin rumbo.
Tras un tiempo de azules y verdes encontré mi casita y ahí me cobijé.
No dejéis nunca de soñar. Es donde se encuentra la belleza de la vida.
Y Sherezade volvió a comenzar su cuento. Un cuento tras otro leía y leía, y lentamente el otoño pasó.
Escuchó las mareas subir y bajar, descubrió el arco iris brillar y las nubes explotaron a la luz de la luna.
Era una nueva mujer.
Una madre de la naturaleza dispuesta a vivir todo lo que le apareciera.
Y aprender.